martes, enero 16, 2007

CONJUGACIÓN EXTERNA



Erase una vez, una mujer que tenía la máxima manía de pujar en el abismo roto. Pues bien, en una de aquellas desorientadas convulsiones, tuvo la ocurrencia de maniatarse el pulgar del pie con un anexo que salía, sólo Dios sabe de adonde. Después de haber dado a luz a nueve ciclos todos distintos, decidió que sus tareas protocolares llegaban a su fin esa tarde, por lo que se extinguió a si misma como especie, cortándose el pulgar de una pestañada y echándoselo al abismo, que desde ese día en adelante, fue llamada La quebrada del pretérito perfecto.