martes, octubre 03, 2006

Hora Póstuma

He vuelto. Andaba de viaje por el pasado y me traje este poema.



Hora póstuma al tiempo muerto,
que blanqueaste los bemoles tiernos
con que se irguió el día inicial,
figúrate en piedra,
para condenarte a estar,
sale de tu trampa asombrosa,
con el derecho a hurgar,
y en tu propio dulce emborrachiento
que unta los segundos tensos,
haciéndolos cadena de humo
con grilletes sin cerrar,
véngate del lío de cencerros
que te rapta del bronce,
dale al póstumo un aliento,
para contar los dos pasos lentos,
que te advierten del bemol solar.

NS