Un saludo desde este Santiago de Chile que ya florece con la timidez de una novia. También me recuerdo de los antiguos televisores (Antú, Westinghouse) en la casa paterna. Éramos una familia feliz por entonces. Ya los padres se han ido y los hermanos nos hemos repartido por distintas y lejanas comarcas...
En mi corazón, de tanto en tanto, veo a mi padre entrar en la casa con el primer televisor que tuvimos. Fue día de fiesta.
9 comentarios:
Un saludo desde este Santiago de Chile que ya florece con la timidez de una novia. También me recuerdo de los antiguos televisores (Antú, Westinghouse) en la casa paterna. Éramos una familia feliz por entonces. Ya los padres se han ido y los hermanos nos hemos repartido por distintas y lejanas comarcas...
En mi corazón, de tanto en tanto, veo a mi padre entrar en la casa con el primer televisor que tuvimos. Fue día de fiesta.
Después, ha sido una larga historia de vida...
Un abrazo.
Libertad perfumada de cítricos y estación.
Un beso, Natalie.
sobrevivimos, con el corazón hidratado.
Saludos.
Tercera entrada de arriba hacia abajo.
Lindo todo lo de aquí.
!
Qué lindo!!!
y el pensamiento también.
saludos Natalie, desde acá en cierta forma tu casa, desde el sur del mundo.
L
Libres de la máscara, somos nosotros mismos. Libres de la máscara, vemos al otro y el otro nos ve como somos en realidad.
:)
Beijos.
Santiago.
Me gusta mucho!
uhhhhmm me ha gustado mucho esto.. un abrazo, furiosa
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